Tipos de plantas para el jardín de tu hogar: ¡frutales, acuáticas y más!

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Fernanda Amaya
Redactora mexicana egresada de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Está especializada en aspectos diversos de América Latina, con especial interés en la geografía social, entretenimiento, temas de actualidad, cultura y divulgación científica. También es una apasionada del cine, la pintura, la literatura, el café y las plantas.
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¿Acabas de adquirir tu hogar o ya tienes tiempo habitándolo, pero quieres darle un aire fresco y renovado decorándolo con plantas? ¡Entonces estás leyendo el contenido correcto! Conoce el mejor tipo de plantas para el jardín, las ideales para el interior o exterior, las plantas y flores aromáticas, frutales e incluso para diversos tipos de jardín que quieras implementar en tu hogar, ya sea uno vertical, acuático, entre otros.

28 tipos de plantas más conocidos

Plantas aromáticas o de olor para el jardín

En este apartado, encontrarás plantas y flores aromáticas para tu jardín de interior o exterior, ya que las recomendaciones que hallarás a continuación, serán para la jardinería donde da el sol directo o para aquellos donde abunda la sombra.

Lavanda

Esta planta, cuyo nombre científico es Lavandula, necesita luz de sol directa. Su aroma floral es relajante, ayuda a alcanzar la tranquilidad y calmar el estrés. Además, atrae mariposas y abejas, un aspecto bastante beneficioso para la polinización y la diversidad biológica.

Menta

Esta planta pertenece a la amplia familia de plantas Lamiaceae, cuyo conjunto de especies tienen propiedades aromáticas usadas para la alimentación, perfumería o remedios caseros; sin embargo, la especie que más se consume, es la Mentha piperita, la cual puede crecer en espacios de sol parcial, por lo que es una opción fabulosa en caso de que tu jardín sea de sombra. A su vez, puede resistir hasta los -15 °C, sin embargo, es ideal que la plantes en una maceta porque se expande con facilidad y puede ser invasora para otras especies.

Además, ¡puedes usar sus hojas para tus bebidas y platillos deliciosos! Recuerda no confundirla con la hierbabuena; la menta tiene hojas de color verde más oscuro, rugosas, robustas y con un tallo un poco rojizo.

Romero

Esta planta, la cual pertenece a la misma familia que la menta y la hierbabuena, requiere de sol directo; no obstante, puede resistir a climas adversos y es muy utilizada igualmente para diversos platillos, así que, si te gusta el arte culinario, será una aliada en tu jardín, ya que no solo bañará de una rica fragancia tus espacios, también podrás degustar sus cualidades. Asimismo, tiene propiedades medicinales que son antiinflamatorias, antibacterianas, fungicidas, estimula el crecimiento del cabello y muchos otros beneficios más.

Hierbabuena

¿Sabías que la hierbabuena es una subespecie como la menta? Su nombre científico es Mentha spicata y, a diferencia de la Mentha piperita, tiene un sabor suave y sus hojas son de un verde más claro. La hierbabuena requiere mucho sol, al menos 3 o 4 horas de luz directa para poder mantenerse sana. Al igual que la menta, su propagación es muy fácil, por lo que se recomienda plantarla en una maceta. Su exquisito aroma hará presencia en tu hogar, sin duda es una gran opción para tu jardín, además que puedes aprovechar para usarla en infusiones, postres y cócteles.

Jazmín

El jazmín, cuyo nombre científico es Jasminum, es una planta que necesita estar a pleno sol. Sus hermosos pétalos blancos despiden una esencia dulce que bañará todos los espacios de tu jardín, especialmente por las noches, volviendo tu hogar un lugar idílico y cósmico gracias al destello de estas bellas flores.

Geranio

Esta flor rebosante de aroma puede estar expuesta directamente al sol o a media sombra, pero en espacios luminosos. Por otro lado, si vives en una zona tropical, lo ideal es que para el geranio elijas esta última opción, un lugar con sombra para que de sus pétalos, de colores vibrantes, se libere el delicioso aroma cítrico.

Descubre más sobre esta planta en nuestro artículo: Significado, variedades y cuidados esenciales de los Geranios

Lo más beneficioso de este tipo de plantas y/o flores aromáticas, es que pueden servirte para remedios caseros, tus creaciones culinarias o solo como un elemento que genere una delicia olfativa en tus espacios.

Plantas frutales para plantar en el jardín interior o exterior

Otra excelente idea que puedes llevar a cabo, es plantar diversos tipos de árboles frutales para el jardín exterior o el interior, en el caso de los que requieren un clima frío, siempre y cuando dispongas del espacio. Entre estas opciones encontrarás también algunos arbustos.

Manzano

Dependiendo del tipo de variedad de manzana, será el tipo de clima que requerirá para crecer; sin embargo, en general, a los árboles de manzana les encanta estar debajo de la luz del sol de forma directa, por lo que lo ideal es que lo plantes en un lugar donde reciba en promedio 6 horas de luz diaria. Procura mantener bien nutrida la tierra y bien drenada.

Limonero

Este tipo de fruto requiere un clima cálido para crecer y que de sus ramas broten limones jugosos. Es por ello que si vives en una zona tropical o subtropical, esta es una gran opción para sembrar. Para que su cultivo sea exitoso, requiere de 22 a 28 °C, mientras que para que se desarrolle, requerirá alrededor de 17 a 28 °C.

Mandarino

Si te encanta este cítrico y habitas en una zona tropical o subtropical, entonces consigue tus semillas porque este es el clima ideal para el mandarino. Crece de forma sana donde la temperatura ronda entre los 23 y 35 °C; sin embargo, debajo de los 13 °C ya puede comenzar a sufrir daños. Procura mantener este árbol debajo del sol.

Peral

Requiere de un clima templado y de un ambiente húmedo. De hecho, es un árbol bastante resistente al frío, puede soportar hasta -18 °C, el verdor de sus hojas y lo dulce de sus frutos nacen desde los 7 °C. Si piensas sembrarlo primero en una maceta, procura sumergir sus raíces en agua antes de trasplantarlas, para que permanezcan húmedas.

Cerezo

El árbol de cereza gusta de los veranos fríos y las primaveras templadas, aquellas que oscilan entre los 18 a 28 °C máximo, siendo su temperatura ideal aquella que ronda entre los 7 y 14 °C. Si lo que quieres es plantar el árbol de cereza en una maceta, esta requerirá tener buen drenaje, entrada de aire, ser porosa y caliza para que las raíces estén un espacio propicio para su crecimiento.

Naranjo

El clima suave y cálido es el preferido del árbol de naranjo. Florece en temperaturas de entre 15 y 35 °C, es decir que, si vives en una zona tropical o subtropical, seguro encontrarás naranjas o podrás plantar un árbol de este tipo. Si estás en el proceso de cómo plantar un árbol de naranjo en maceta, recuerda tener tus fertilizantes a la mano, regarlo frecuentemente, drenarlo bien y más.

Higuera

Este tipo de planta es sumamente versátil, cuando se cultiva, puede tomar forma de árbol y cuando crece de forma silvestre, toma forma de arbusto. Puede soportar desde -7, hasta 40 °C; sin embargo, la temperatura ideal es aquella que ronda los 18 °C. Para poder sembrarla en una maceta, procura elegir una que drene bien el agua porque si se estaca, puede dañar el fruto. Igualmente, puedes sembrarla directamente en el terreno, así sea un jardín pequeño o incluso en una maceta grande que coloques en un balcón, ya que el control de su crecimiento es sencillo.

Níspero

Este fruto se adapta muy bien para crecer tanto de forma silvestre como en jardines. Existen diversas variedades, como el Tanaka o el Argelino y, cada una de ellas, requiere un ligero clima cálido o templado. Es fundamental que tenga un drenaje óptimo, ya que este fruto requiere mucho riego para que sus raíces se mantengan húmedas, en un entorno de 15 °C de temperatura.

Existen muchos otros árboles frutales que puedes plantar en tu jardín. Recuerda siempre consultar los cuidados necesarios y el tipo de clima que requieren para florecer de forma adecuada.

Plantas acuáticas: sumergibles o de ribera

¿Tienes en mente algo arriesgado como un jardín acuático? ¡No se diga más! Para poder llevarlo a cabo, es esencial que decidas si será de interior o exterior, ya que de esto depende su tipo de estructura. Otro aspecto que influye es el tipo de clima y el tipo de plantas que deseas cuidar, ya sean sumergibles, emergentes y/o flotantes (igualmente conocidas como “de ribera” o “margen”).
Existen múltiples tipos de plantas que puedes elegir; sin embargo, esta vez conocerás los 10 tipos de plantas más populares en los jardines acuáticos.

Nenúfar

Esta vivaz y seductora flor, cuyo nombre científico es Nymphaea Hortorum, florece a finales de la primavera y subsiste con gallardía durante el verano. Durante la noche, sus pétalos duermen, es decir, se cierran y, durante el día, despiertan con el destello de sus fascinantes colores, que pueden ser diversos. Algo que las diferencia de la flor de loto (con la cual la suelen confundir, ya que se parecen demasiado), es que los nenúfares pueden llegar a hundirse, de acuerdo a una publicación en el diario El Mundo. Además, esta flor suele emplearse con fines medicinales y recreativos.

Flor de loto

Su nombre científico es Nelumbo Nucifera y gusta de los espacios luminosos, por lo que se adapta muy bien a temperaturas templadas, siendo necesario protegerla durante el invierno. Por otro lado, florece solo una vez al año, a finales de la primavera e inicios del verano y, a pesar de este aspecto, es bastante longeva, puede germinar incluso durante siglos después. Entre sus tantas propiedades, se hallan los antioxidantes y, a diferencia de los nenúfares, la flor de loto emerge de la profundidad para flotar, despedir su delicioso aroma frutal y ya no hundirse. Es ideal que la plantes en temporada invernal, como se menciona en el medio citado anteriormente.

Jacinto de agua

Responde al nombre científico de Eichhornia crassipes y sus propiedades son igualmente medicinales. Su esplendoroso color lavanda se expande en los estanques con facilidad; sin embargo, esto puede ser beneficioso hasta cierto punto, ya que el Jacinto de agua también es considerada una planta invasora, como menciona Julie Coetzee, botánica de la Universidad de Rhodes en Sudáfrica, en un artículo publicado por National Geographic. Lo ideal es que, si plantas esta vibrante flor, la puedas aprovechar no sólo como ornamento, sino también como remedio para el estrés, dolor de cabeza, antiinflamatorio y más.

Lechuga de agua

Conocida en el mundo científico como Pistia stratiotes, le debe su nombre popular a su parecido con la lechuga comestible. Sus hojas flotantes relucen con vida, mientras que sus raíces se asientan bajo el agua dulce, asegurando su fácil reproducción y beneficiando a quienes se alimentan de ella, como venados, aves o la gallina de agua. Si piensas incluirla en tu jardín acuático, entonces evita relacionarla con los peces, ya que la masa compacta que forma sobre la superficie, evita el paso del oxígeno, lo que puede afectar a los seres vivos, ya sean otras plantas, flores o peces que habiten en el mismo espacio que ella.

Lenteja de agua

Esta planta, también conocida como Lemna minor, es sumamente resistente, ya que se expande con facilidad bajo los rayos del sol y sobrevive ante las inclemencias del frío. Además, convive de forma armoniosa con los peces y los patos, es ideal en caso de que quieras incluirla en un jardín acuático con este tipo de animales. De hecho, su nombre popular en inglés es duckweed debido a la característica mencionada.

Papiro

Su nombre científico es Cyperus Papiro y es una planta emblemática del río Nilo, el cual desemboca en el Mediterráneo, lugar de origen de esta espectacular y estilizada planta acuática. Su expansión es fácil y amable con otro tipo de plantas; sin embargo, requiere de una temperatura por encima de los 10 °C. Es ideal que se encuentre en un clima donde rondan desde los 20 hasta los 33 °C, para que continúe su fácil reproducción y crecimiento que alcanza hasta los 3 metros de altura.

Lirio amarillo de agua

Los característicos tres pétalos de este tipo de flores, pueden retoñar en temperaturas que rondan los 5 y los 35 °C. Es fundamental que no lo confundas con el denominado Lirio de agua, más conocido como alcatraz, el cual también puede crecer en zonas pantanosas o acuosas. En este sentido, también puede ser una buena opción para tu jardín acuático, pero recuerda, el alcatraz requiere de luz de sol directa, mientras que la Iris pseudacorus o lirio amarillo de agua, es de semisombra.

Flecha verde

Responde al nombre científico de Peltandra Virginica y puede florecer con hojas de colores como el blanco, amarillo o verde, las cuales pueden resistir temperaturas muy frías. Si es que vives en algún lugar de Norteamérica, esta planta es una gran opción para ti, ya que, además, es muy común que nazca en esta ubicación del continente americano. Aunado a lo anterior, esta planta resiste bastante bien a las zonas con escaso oxígeno, logrando sobrevivir debajo del agua.

Cala acuática o alcatraz

La Zantedeschia aethiopica es una de las flores preferidas cuando se trata de crear jardines acuáticos. Su follaje de gran variedad de colores genera espacios que cautivan; sin embargo, en caso de querer sembrarla en este tipo de jardines, debes controlar su crecimiento, ya que es considerada por diversos países, como planta invasora. Crece tanto en zonas terrestres como acuosas y florece con mayor libertad en pantanos y humedales. En el caso del continente americano, se asienta en los bosques mesófilos o prolongados canales de riego, como asevera la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), con sede en México.

Vallisneria

Esta planta abarca toda una familia que comprende 38 diferentes especies. En el caso de la Vallisneria Tortifolia, crece de manera óptima entre los 15 y 22 °C. Además, es una buena opción en caso de que quieras tener peces en un estanque o pecera, ya que contribuye a la oxigenación del entorno en el que se encuentre, beneficiando a otras especies y manteniendo un equilibrio positivo en el ecosistema. A su vez, crece con facilidad y rapidez.

Aunque estas no son las únicas plantas acuáticas que existen y que puedes sembrar en tu jardín, estas son las más populares.

Plantas acuáticas: sumergibles o de ribera

Si existe un tipo de plantas que encante tanto y que luzca de forma majestuosa en los espacios verticales, creando una sensación amplia de frescura y llena de vida, son las plantas trepadoras.

Clemátides

Esta flor de colores intensos y destellantes es sumamente resistente. Puede soportar hasta -34 °C y, aunque prefiere el sol, puede crecer igualmente en lugares con semisombra, en suelos idealmente húmedos y con un riego constante, especialmente en verano, siendo agosto y septiembre la mejor temporada para sembrarla. Seguro encontrarás alguna de las 400 variedades de Clematis (su nombre científico), cerca de ti, sobre todo si habitas en algún lugar de Norteamérica o en las zonas húmedas y templadas de Sudamérica. Como menciona la revista Hola, es necesario que mantengas bien regada esta planta, pero evita el estancamiento del agua para no perjudicar su crecimiento.

Hiedra

Existen muchos tipos de hiedra que forran las viviendas con su magnífico verdor, creando un ambiente vivaz, que dota de frescura los diferentes espacios gracias a los colores fríos de sus hojas que no solo pueden ser verdes, también pueden ser rojizas; sin embargo, lo ideal es que, si quieres colocar este tipo de planta, primero te asesores con un experto en jardinería e incluso en temas de biología, sobre cuál de su familia, es la ideal, ya que existen algunos tipos de esta planta que tienen usos medicinales, pero que también pueden llegar a ser venenosas. ¿Te suena el nombre de la “hiedra venenosa”? Bueno, hace referencia, en mayor medida, a la Hedera helix, la cual pertenece a las plantas del género Toxicodendron porque producen un aceite llamado urushiol, que al entrar en contacto con la piel humana, puede generar alergias severas, como menciona National Geographic.

Asimismo, esta variante de la hiedra puede hospedar animales que dañan a otras plantas y otros animales. Un ejemplo es la mosca blanca de los cítricos, que como menciona la CONABIO, al hospedarse en la hiedra, consume altas cantidades de savia, a la vez que secreta una sustancia llamada mielecilla, que estimula el desarrollo del hongo Capnodium citri, que a su vez causa la fumagina, una enfermedad que afecta a árboles, arbustos, cultivos, praderas, árboles frutales, etcétera.

No obstante, la toxicidad específica de la hiedra, solo afecta a los humanos y en ciertos contextos y cantidades. Como menciona el mismo artículo de National Geographic, las semillas de esta y las demás variantes de la hiedra sirven de alimento para gran variedad de aves como el mirlo, los zorzales, el petirrojo, etcétera, cuando el invierno es acentuado y se agotan las opciones de alimento. Igualmente, sirven de fuente alimenticia para los ciervos.

Esto quiere decir que, si siembras la hiedra, elige la variante ideal, mantente dispuesto a darle todos los cuidados necesarios; desde evitar que alojen plagas, que desplace u obstaculice el crecimiento de las plantas nativas, controla su expansión y, preferentemente, como recomendación, siémbrala en tu jardín exterior, colocando una rejilla en la pared, para que no se cuele entre las pequeñas grietas y dañe la estructura de tu vivienda. De este modo no solo será un magnífico ornamento, también beneficiará a otros seres vivos.

Buganvilia

La buganvilia es una de las plantas que más encantan porque sus esplendorosas hojas y flores, que se deslizan por las paredes o que se abrazan de los enrejados, duran casi todo el año. A esta planta, cuyo nombre científico es Bougainvillea glabra Choisy, se le conoce igualmente como buganvilia veranera o trinitaria y es proveniente de América del Sur, especialmente de los bosques húmedos de Brasil, Perú y el norte de Argentina, como menciona el diario El Mundo. Sus características hojas brácteas (las cuales se producen en las proximidades de la flor), pueden ser de gran diversidad de colores, como fucsia, naranja o blancas; sin embargo, estas hojas rodean a la verdadera flor de buganvilia, la cual es blanca.

La mejor época para plantarla es en primavera. Recuerda colocarla en un lugar donde pueda disfrutar del baño de luz solar de forma directa, ya que este factor será fundamental para que pueda florecer. A su vez, procura podarla entre febrero y marzo, poco antes de que comience la primavera y que empiecen a brotar de ella nuevas hojas y ramas. Recuerda mantenerla en climas que van desde los 7 a los 35 °C, para que se expanda en tu jardín con sus vivaces colores y la frescura de sus hojas y flores.

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