Dificultad
Baja
Tiempo de preparación
20 minutos
Porciones
2 tazas
La salsa bechamel, con su textura cremosa y sabor delicado, es un básico culinario que todos deberían saber preparar. Perfecta como base para una multitud de platos, desde lasañas hasta gratinados, esta receta te guiará paso a paso para lograr una salsa suave y deliciosa.
¿Cuáles son los ingredientes para una bechamel perfecta?
Para preparar una salsa bechamel no necesitas muchos ingredientes. De hecho, su simplicidad es lo que la hace tan especial:
- 2 cucharadas de mantequilla
- 2 cucharadas de harina de trigo
- 500 ml (2 tazas) de leche
- Sal al gusto
- Una pizca de nuez moscada (opcional, pero recomendada para añadir un toque de sabor)
¿Qué utensilios necesitarás?
Asegúrate de tener a mano los siguientes utensilios para hacer tu trabajo más fácil:
- Una cacerola mediana
- Un batidor de varillas o una cuchara de madera
- Un colador fino (opcional, si prefieres una salsa extra suave)
Cocinemos juntos esta deliciosa salsa
Preparar la salsa bechamel es más fácil de lo que piensas. Siguiendo estos pasos, obtendrás una salsa suave y perfecta para complementar tus platos:
- Comienza derritiendo la mantequilla a fuego medio en la cacerola. Es importante no dejar que se queme, ya que queremos mantener un color claro y un sabor suave.
- Añade la harina y mezcla bien con la mantequilla hasta obtener una pasta lisa. Este paso es crucial para evitar grumos.
- Gradualmente, vierte la leche caliente mientras revuelves constantemente con el batidor de varillas o la cuchara de madera. La adición lenta y el movimiento constante son clave para una salsa sin grumos.
- Continúa cocinando a fuego medio, revolviendo constantemente, hasta que la salsa espese y comience a hervir suavemente. Esto debería tomar unos 10 minutos.
- Finalmente, sazona con sal y añade una pizca de nuez moscada para darle ese toque especial y único.
Y así de simple es preparar una salsa bechamel casera. Esta receta básica es el punto de partida para muchas variaciones y platos deliciosos. Anímate a experimentar añadiendo queso para una salsa Mornay, o espinacas para una versión verde. La salsa bechamel es tu lienzo en blanco en la cocina; ahora es tu turno de crear obras maestras culinarias con ella. ¡Buen provecho!